VICTOR RAUL HAYA DE LA TORRE, PARADIGMA DE LA POLÍTICA DE LA REPÚBLICA DEL PERÚ !! 35 AÑOS HA....
Estas lineas aquí transcritas son un pequeño extracto de uno de los más dramáticos y desgarrados discursos que cual una oración que musitaba al oído de cada uno de los presentes en la Plaza de Armas, - quizás la mas grande del Perú, como es la de Trujillo - electrizó las fibras mas sensibles del sentimiento de los presentes.
Ese día, la Plaza Principal de Trujillo gemía en un silencio solemne, donde solo se oía la palabra magnética, enérgica y a la vez dulce de Víctor Raul, testigos presenciales de este hecho sin precedentes en la Historia Republicana, iban predicando por el Perú " "Que en los cielos sentían las presencias omnipresentes de los muertos, de los martires, fusilados meses antes en ese fatídico y cruel " Trujillo de 1932 " .
Ante ese silencio agónico, donde solo fulguraba la palabra del Líder frente a su pueblo, donde iban las madres del campo con sus hijos a cuestas a unos, y en las manos otros ; hombres y mujeres llegaban por todas las bocacalles que daban a la inmensa Plaza Principal y al ver a su Líder caían de rodillas llenos de hinojos y levantando las manos al cielo oraban y clamaban al infinito por haberle devuelto y mantener con vida aún a ese hombre joven que apenas pasaba los 30 años de vida, pero que en menos de dos años de presencia activa por todo el Perú, había convulsionado las vidas de todos los peruanos, y haber trastocado los cimientos de la República y muy en especial haber trastornado el statu-quo de la plutocracia y los poderosos del Perú, que vieron tambalear lo que ellos consideraban que era "!!su Propiedad!!", este País que vivía aún el Feudalismo de nuestra atrasada economía nacional, y donde la mayor fuerza productiva de los medios de producción existente en el Perú, era el campesino y de contra parte ; los terribles "gamonales", habida cuenta, del inexistente obrero industrial.
Ese día, la Plaza Principal de Trujillo gemía en un silencio solemne, donde solo se oía la palabra magnética, enérgica y a la vez dulce de Víctor Raul, testigos presenciales de este hecho sin precedentes en la Historia Republicana, iban predicando por el Perú " "Que en los cielos sentían las presencias omnipresentes de los muertos, de los martires, fusilados meses antes en ese fatídico y cruel " Trujillo de 1932 " .
Ante ese silencio agónico, donde solo fulguraba la palabra del Líder frente a su pueblo, donde iban las madres del campo con sus hijos a cuestas a unos, y en las manos otros ; hombres y mujeres llegaban por todas las bocacalles que daban a la inmensa Plaza Principal y al ver a su Líder caían de rodillas llenos de hinojos y levantando las manos al cielo oraban y clamaban al infinito por haberle devuelto y mantener con vida aún a ese hombre joven que apenas pasaba los 30 años de vida, pero que en menos de dos años de presencia activa por todo el Perú, había convulsionado las vidas de todos los peruanos, y haber trastocado los cimientos de la República y muy en especial haber trastornado el statu-quo de la plutocracia y los poderosos del Perú, que vieron tambalear lo que ellos consideraban que era "!!su Propiedad!!", este País que vivía aún el Feudalismo de nuestra atrasada economía nacional, y donde la mayor fuerza productiva de los medios de producción existente en el Perú, era el campesino y de contra parte ; los terribles "gamonales", habida cuenta, del inexistente obrero industrial.
Víctor Raul, había salido de las frías y groseras ergástulas del fatídico Panóptico de Lima, (cual una nueva bastilla) donde iban la mayoría de presos políticos y muchos de los comunes, él había estado rigurosamente solo y enclaustrado en una pequeña habitación, donde no podía caminar mas de tres pasos a cada lado, sin periódicos , sin revistas, sin nada tecnológico; no existían las famosas O.N.G. de los derechos humanos !!el falso revolucionario de Abimael Guzman goza de televisor, buena ración de comida,computadora, de una pequeña biblioteca, de radio, etc.; ni que decir del señor Alberto Fujimori, allí si que son gollorías mayores!!.
Estas son algunas palabras del cuasi religioso discurso que Haya de la Torre vertiera ante su querida ciudad natal : Trujillo, ¡La Inmortal !
" .... Porque compañeros, esa es la gran lección que yo les debo a los muertos, a los mártires. Porque ellos me dicen desde sus tumbas: "Nosotros somos tus maestros, Anda mas allá , Lleva tu partido hasta donde nosotros quisimos conducirlo. Haz de tu partido una religión. Haz de tu partido una huella eterna a traves de la historia" .
"Cuantas noches compañeros, en la soledad trágica de mi celda, yo tuve que pensar en este sentido nuevo de nuestra obra. Y cuantas noches, compañeros en tanto que la muerte rondaba mi celda, yo sentí como que era mi angustia y la angustia de ustedes las que parecían impulsar nuestra organización y dar a nuestra obra un sentido mas religioso, mas profundo, mas espiritual. Alguna veces pude creer entonces que era autosugestión. Ahora creo que es mandato".
"Los muertos, nuestros muertos, levantaron a nuestro partido a los planos de las obras inmortales. Y nosotros les debemos a ellos eso; que nuestro partido sea, como fuerza histórica, algo eterno. De allí que nuestro partido nos imponga a los apristas hacernos gigantes, transformarnos, purificarnos, limpiarnos, bañarnos en nuestra propia sangre, ser limpios y buenos, ser grandes y fuertes porque somos los padres de un nueva etapa de la historia. ........... Es aquí compañeros en esta tierra mártir, donde se ha realizado la primera etapa de este calvario del pais. A trujillo le ha tocado el destino de hacer de Salvador del Perú. Por algo la geografía política la denomino tierra de la Libertad. Contribuyo a nuestra lucha inicial por la libertad política y su nombre, a través de cien años de civilismo, fue consigna y mandato : solo en esta tierra de la Libertad podía haber surgido el Perù libre, el Perú nuevo , el Peru no civilista. Y aquí surgió, y todos nosotros no somos sino instrumentos de la Historia, todos nosotros , yo y ustedes, todos los hijos de Trujillo que hemos sentido la enorme emoción de esta obra, la fascinación de cumplir esta tarea, no somos sino interpretes o medios de un gran mandato del Destino. ...................."
Estas fueron las palabras que Victor Raul Haya de la Torre dijera ante todo el pueblo de Trujillo, y que sin saber, eran solo el preámbulo de lo que serían décadas de padecimiento, sufrimiento y persecuciones del pueblo Aprista durante todo el siglo XX.
Allí mismo Victor Raul, les da la afirmación de mantener la fe aprista en lo alto de sus pensamientos y espiritu, y que el aprismo está allí para expiar la redención del pueblo peruano.
Estas fueron las palabras que Victor Raul Haya de la Torre dijera ante todo el pueblo de Trujillo, y que sin saber, eran solo el preámbulo de lo que serían décadas de padecimiento, sufrimiento y persecuciones del pueblo Aprista durante todo el siglo XX.
Allí mismo Victor Raul, les da la afirmación de mantener la fe aprista en lo alto de sus pensamientos y espiritu, y que el aprismo está allí para expiar la redención del pueblo peruano.
POR : RICARDO DIAZ DE LA VEGA CABRERA
