martes, 6 de enero de 2015

ANDRES TOWNSEND EZCURRA, EL INTELECTUAL Y SU CENTENARIO



ANDRES TOWNSEND EZCURRA, EL MAS BRILLANTE  INTELECTUAL DE LA
FAJ APRISTA DE 1931.




Después de la brillante Generación Auroral, o, Generación fundadora del Aprismo; la segunda Promoción que viene a ser la de la FAJ (1931), y que fue la Vanguardia de lucha contra el Sanchez-cerrismo, y que estuvo representada por Armando Villanueva; Luis Felipe de las Casas; Floro Barreto; Hugo Otero; Susana Medrano; y muchos mas, como los Héroes Chalacos: Manuel Cerna Valdivia y Cesar Albinagorta; jóvenes que apenas pasaban los 15 abriles, pero que tuvieron el comportamiento bizarro de saber ellos mismos que se enfrentaban a sus propias vidas como destinos hacia el futuro, y que eran ellos los que apuntaban el norte a su propio predestinamiento; toda esa juventud fue grande y heroica, y cada uno cumplió un rol expectante ante la vida y la Historia Peruana; empero, entre todos ellos hubo uno que fue grande en el pensamiento, un escrutador de la historia, un interpretador de la vida, un INTELECTUAL de los grandes niveles de la Generación del 20, de los San Marquinos; y ese fue sin lugar a dudas: ANDRES TOWNSEND EZCURRA, el hombre mas continental e Indo Americanista después de Haya de la Torre aquí en el Perú y en América, hombre forjado en la lucha del destierro, y dedicado al estudio y la historia, ¡Ay, la Historia, la Historia!, tema al cual Victor Raul la miraba como como su numen y esencia; y eso es lo que era Twonsend, un extraordinario historiador. 


Grande fue como Orador, hombre de palabra elegante, atildada,fue considerado el mejor orador del Congreso entre 1963-1968. El APRA, en toda su historia contemporánea del siglo XX, tuvo a los mas grandes oradores parlamentarios del siglo, y fueron tres: MANUEL SEOANE CORRALES; LUIS ALBERTO SANCHEZ; Y ANDRES TOWNSEND EZCURRA. Sus adversarios en el Congreso lo conocían, lo sabían, que era un espadachín, un mosquetero de la palabra, y que siempre atacaba a espada y de frente; nunca la jugo artera, ni a la espalda; era el caballero del VERBO.

Por eso, todo lo que afirma Javier Valle Riestra, en esta magistral exposición sobre Andres Twonsend Ezcurra, goza de una diáfana sinceridad, que a la luz de los últimos lustros pasados guardan una tremenda verdad; que frente a los apasionamientos que suceden en la vida de los pueblos, y sobre todo de Instituciones Partidarias, que vienen de la misma época de la Francia Revolucionaria, y que muchas veces son luchas estériles y cuasi fratricidas, que podemos decir a estas alturas del devenir histórico, que ANDRES TOWNSEND EZCURRA SIGUE SIENDO UN LEGITIMO APRISTA, y el mas grande intelectual que dieron las canteras juveniles del Aprismo Auroral.

POR: RICARDO DIAZ DE LA VEGA CABRERA.





Elogio de Townsend

Javier Valle-Riestra
Tomé la palabra en un homenaje para decir algunos conceptos referidos al compañero Andrés Townsend Ezcurra. Fue para mí un honor porque hoy a los 83 años soy el más viejo de los apristas supérstites. Soy compañero desde 1945 y conocí a Andrés en 1955 cuando volvió al Perú de su exilio. Estuve preso con él en el panóptico en julio de 1956 a raíz de un efímero golpe que quiso anular las elecciones de ese año.

Andrés Townsend es luego de Haya, juntamente con Cox, Heyssen, Seoane, Luis Alberto y Armando Villanueva una de las grandes figuras del aprismo. Si no hubiera habido dictaduras internas y externas habría sido candidato a la presidencia por el partido del pueblo… y habría vencido. Trabajé mucho con él junto con LAS y Haya de La Torre en la Asamblea Constituyente de 1978-1979. Townsend demostró allí ser un continentalista y un convencido de la unión indoamericana.

El 7 de diciembre 1964 fue de los fundadores del Parlamento Latinoamericano, del cual fue secretario general de 1964 a 1991.Fue también embajador del Perú ante la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1957 y 1961 junto con Víctor Andrés Belaunde y Alberto Ulloa. Igualmente recibió el premio nacional de fomento a la Cultura 1959 “Antonio Miró Quesada”.

En la asamblea constituyente de 1978-1979 fue el principal redactor del artículo 100 de la carta de ese año cuyo texto es: “El Perú promueve la integración económica política, social y cultural de los pueblos de América con miras a la formación de una comunidad latinoamericana de naciones”.

Desgraciadamente la presencia del militarismo impidió que le hubiera tocado presidir el Perú. Pero nos queda su ejemplo moral, su renunciamiento como modelo de una línea. Al cabo de varios lustros de su muerte venimos ahora a rendirle homenaje con su nombre puesto a una calle. Simbólicamente está frente a la plaza Francia, que nos evoca los principios de libertad, igualdad y fraternidad que están imvívitos en el pensamiento aprista.

El próximo centenario del natalicio de Andrés, en marzo del 2015, nos lleva a reflexionar como el Perú perdió a toda una generación aprista que pudo gobernar al Perú si no hubiéramos tenido el error antihistorico de apoyar a Prado en 1956. Belaunde habría sido presidente de ese año, sucedido por Haya y luego por Townsend o Villanueva. Una gran lástima. Me consuelo con la ucronía, con el pudo ser.